Este verano Miranda comenzó a aprender que las frutas no crecen en el supermercado, a recoger su propia comida de la tierra, que las huertas hay que cuidarlas con mucho cariño, que el campo es un lugar que da muchas satisfacciones y que las mamás caracolas no portean, pero que podemos enseñarles ;)
Nota: Ningún caracol resultó lesionado durante la realización de estas fotos ;)
Jajaja, qué chulas las fotos. Tengo ganas yo de llevar a Eva a algún huerto para que empiece a familiarizarse con la naturaleza. Me ha salido de lo más urbanita ;)
ResponderEliminarBxssss
Sí Mími también! por eso la semana que pasamos en la aldea fue maravillosa!!! ahora es otra niña :)
ResponderEliminarQue bonitas las fotos, lo pasaríais genial con los caracoles, jeje. Un beso
ResponderEliminarQué guay, seguro que disfrutasteis un montón, que grande veo a Miranda!
ResponderEliminarBuen día.
¡Buena lección!
ResponderEliminarY además entreteniéndose mientras, ¡qué genial!
Batallitas yo lo tengo "de todo" a los caracoles jajaja el padre es quien los agarra como si nada, e intentamos transmitirle esa neutralidad a Mími, pero yo me retuerzo de asco jiji
ResponderEliminarLa esposa :) la pasamos bien sí! y Mími está enorme, pero sorpresivamente difícil también!
Eva, fue genial :) ya tengo ganas de regresar!
Besitos guapas
La madre de Miranda no sera campesina pero la niña si....que lindas las fotos y que Fotogénico el caracol ;)
ResponderEliminarSaludos,-
Jajaja Andre no te creas, la madre tiene sus antecedentes jajjaa y su amor por la tierra también :) pero nada caracoles please.. no lombrices! jajaja
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAy que fotos tan alegres. Seguro que fue divertido. Seguro que así Mimi aprenderá a amar la naturaleza.
ResponderEliminarSaludos
Ojalá :)
ResponderEliminarY ojalá le dejen de gustar tanto los gatos y se incline por los perros jiji..