Qué difícil es esta tarea. Quienes me leen hace tiempo sabrán que es un tema que me importa, y que incluso dejar de gritar estaba entre mis propósitos del 2013.
Aunque suene como si me la pasara gritando, que no es así, sí que grito a veces cuando pierdo la paciencia, y este propósito no puedo decir que lo logré por completo aun, pero estoy mucho más consciente cuando pasa y ahora reacciono más rápidamente para cambiar la situación.
Aun bajo la guardia de vez en cuando y los gritos aparecen , y al calmarme, me detengo a analizar y reconozco que me queda mucho trabajo por hacer pero que voy en el camino correcto, y me motiva más que nada cuando veo en mi pequeña una repetición de lo que soy y de cómo reacciono ante determinadas emociones. Ellos lo copian todo, somos sus espejos.
Algunos de los "trucos" que me han ayudado a gritar menos son los siguientes:
- Primero, recordar siempre que el problema es nuestro. No gritamos porque los niños "se portan mal" o porque "son malos", gritamos porque no sabemos cómo controlarnos, porque no estamos educados para canalizar efectivamente la rabia o el estrés, y la culpa es nuestra, no de ellos.
- Ayuda mucho analizar qué dispara esa respuesta en nosotros. Yo por ejemplo ya sé que grito más cuando estoy cansada al final del día o cuando tengo dolor físico. Así que cuando estoy en cualquiera de esos momentos me mantengo más alerta a posibles conflictos, y pospongo cosas que no son importantes o que pueden esperar para estar disponible para Mími si se muestra irritable (también le pido más ayuda a mi marido en esos momentos si es posible).
- Lo de contar hasta 10, sé que suena muy cliché, y que a veces explotamos sin siquiera darnos cuenta, pero es una cuestión de costumbre, al principio cuesta parar el grito a tiempo, pero luego tu mente se va "educando" y te verás preguntándote ¿por qué se supone que merece que le grite? antes de soltar el alarido o en medio del mismo.
- Durante los meses o años de crianza, escuchamos y leemos ideas o frases que se nos quedan en la memoria como un mantra y que modifican nuestra manera de vivir y criar. Para mi, la frase que se ha mantenido más en mi mente durante estos tres años es: "No lo hace con mala intención, es una niña, ella también está _______________ (cansada, molesta, con hambre, con sueño..) y no sabe aun cómo expresarlo" y eso me ayuda mucho a ver todo con otros ojos.
- Leer, educarse. Los consejos de las abuelas, la mayoría ya caducados o integrados en una forma de educación que afortunadamente tiende a morir o al menos a evolucionar, han creado ideas que han hecho más mal que bien (no te dejes dominar, lo vas a malcriar, etc), hoy hay libros como Ni rabietas ni conflictosde Rosa Jové o como uno excelente llamado Cómo hablar para que los niños escuchen. Y cómo escuchar para que los niños hablen con ideas nuevas y que abren nuestra mente a otras formas de resolver conflictos.
- Vivir en el presente. A veces en medio del caos me recuerdo a mi misma que esa niña que está sentada aburrida viendo la tele o alterada de cansancio, en unos años ya ni vivirá conmigo, y cualquier mal humor o rabia desaparece sustituidos por las ganas enormes de abrazarla y quedarme un buen rato conversando con ella mientras le acaricio. Las dos amamos esos momentos.
- Pedir perdón. Es una costumbre en casa disculparnos sinceramente cuando nos equivocamos, y siempre que pierdo la paciencia y actúo erráticamente termino disculpándome. Igual eso no me "libera" de la metida de pata, y sigo sintiéndome mal, pero cada vez que digo "lo siento hija, no es tu culpa" me recuerdo de todo lo que ya escribí arriba y mi compromiso a crecer y a mostrarle a Mími que se pueden manejar inteligentemente las emociones.
- Vocaliza tu compromiso. Para mi, hablar de lo que quiero lograr, compartirlo con los demás, y hasta publicarlo en el blog, me ayuda a recordar mi propósito y a sentirme más comprometida.
Parar de gritar es como dejar un vicio o amamantar, hay que querer mucho hacerlo, y los beneficios en el día a día los disfruta la familia entera.
No seamos los bullies de nuestros propios hijos. No veo mejor propósito de año nuevo que ese.
Hola guapa. Hay una mamá por la web que creó el "reto del rinoceronte naranja" para dejar de gritar a sus hijos. Échale un vistazo, igual te aporta alguna idea más. Yo tengo el segundo de los libros que recomiendaS y hay cosas que con Víctor me han funcionado bastante bien. Pero gritar, yo también grito un rato. Besos
ResponderEliminarMamisigloXXI
Gracias! :) no sabía, lo voy a investigar. Besitos MamisigloXXI felices fiestas!
EliminarHola ! También voy a leerme el reto del rinoceronte… y es que cada vez grito más… Vero también voy a seguir tus trucos… pero cuando estamos en caliente, se nos olvida todo… y es la vía mas fácil (y la peor). No somos de piedra. El cansancio nos mata, y los niños nos achuchan tanto a veces que es inevitable gritar. Y no me gusta nada hacerlo… y menos ahora, que cuando lo hago Leo ya llora y me dice: "No me grites mamá" se me parte el corazón… y corriendo le pido perdón y que por favor que me haga caso… en fin… no somos perfectas !!!
Eliminarbesitos guapa
Nooo que va, no somos perfectas, aunque para ellos sí lo seamos, con gritos y todo <3
EliminarYo creo que también las rutinas y el día a día de cada familia tienen mucho que ver. Si estás en la calle con prisa, con mil cosas que hacer en lugares distintos, con un jefe del infierno y cosas así, las probabilidades de terminar gritando son muchas más. Pero sí creo que podemos disminuir esos episodios, y mucho :) es una cuestión de estar consciente y ser persistente. Besitos Laura
Me ha gustado mucho la entrada y me apunto todo, que a mi también me hace falta, se que le grito cuando estoy cansada, estresada y luego me disculpo pero como bien dices hay que interiorizar mucho y aprender. Un beso
ResponderEliminarYo odio la carita que pone le grito, ahí es cuando me doy cuenta de que es estúpido hacerlo y de que algo que puede parecer "no tan grave" le hace mucho daño. Tengo una nena sensible <3
EliminarNúmero 6 es la que siempre me hace pensar que no van a ser chiquitos para siempre!
ResponderEliminarLa 6 es Increíble! devolviéndome la cordura since 2011 ;)
EliminarNúmero 6 es la que siempre me hace pensar que no van a ser chiquitos para siempre!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu sinceridad, este post me ayuda muuuucho de verdad! lo voy a tener a la vista para recordarlo y me voy a mirar lo del reto rinoceronte, besos!
ResponderEliminarDe nada Yasmin, me alegra que te sea útil :)
EliminarUn beso
Verónica, ni te imaginas lo oportuno que ha sido este post para mí. Mi pequeño Fernando tiene ya 14 meses y es un niño muy activo y que ya muestra su desacuerdos. Me dice "Aaah!" con su cara muy seria para mostrar que no le gusta lo que hago, o lo que le quito, o lo que no quiere hacer. Y, además, ya empezó a hacer sus pataletas. Tengo mucho que hacer, y a veces ya me he sorprendido gritándole. Tu post me ha puesto a reflexionar, ya que creo en la crianza respetada y algo se dispara en mi cuando me dicen "Lo vas a malcriar, deja de añoñarlo tanto"...Gracias.
ResponderEliminarQue bueno Argénida. A esa edad las mamás vivimos como un ajuste no? yo siempre demoro en adaptarme a las nuevas etapas, porque siento que con Mími pasan de un día para otro... Un abrazo y felices fiestas <3
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