El año pasado estuve tentada a comprar pasta para modelar, pero decidí esperar un poco más para no terminar "jugando" sola. Hace unas semanas llegó el momento de traer un paquete de la "masa" a casa y con tantos días de lluvia no faltó una oportunidad perfecta para presentársela a Mími.
Hay recetas para hacerlas caseras con sal o harina, pero también pueden conseguirla en ventas de artículos de arte o escolares y hasta en los chinos. Un paquete no cuesta más de tres euros.
La pasta se moldea y luego se deja secar para decorarla. También pueden dejarla al natural, claro.
Usamos cortadores de galletas y los moldes de un juego de plastilina de Peppa Pig para sacar las formas. Les hice un orificio en la parte superior para luego atravesarles una cuerda y poder colgarlos.
Una vez hechas las figuras que queríamos animé a Mími a hacer "puntos" con palillos en algunas de las piezas y a moldear algunas a mano. Hizo tres figuras a las que identificó como patitos con su mamá y una en forma de roca que luego pintó y le regaló a su abuelo que cumplía años.
Las dejamos secar hasta el día siguiente y luego las pintamos. Aproveché para explicarle a Mími un poco sobre los colores primarios y los resultados de las mezclas, pero que va.. estaba más interesada en pintar todo rápidamente.
Y listo. La actividad fue un éxito en las dos etapas.
El material definitivamente da para muchas cosas, y a los niños naturalmente les encanta.
Que chulada y encima bien entretenida. Un beso
ResponderEliminarGracias :) fue entretenido y relajante!
EliminarBeso