jueves, 23 de octubre de 2014

Santa está listo

Sí, llámenme exagerada, pero acabo de comprar el regalo de navidad de Mími.

Tal vez tengo un poco de trauma, mi madre compraba los regalos a última hora y las cosas más populares ya se habían acabado.

También, como fiel compradora de amazon sé que cuando se acerca la navidad algunos juguetes se agotan, y algunos  justo cuando los necesitas, suben de precio.

La casa que acabo de comprar estaba en 20€ más cara la semana pasada y aun así se agotó.. estuve vigilando que volviera (y bajara de precio) y hoy la compré.

Se las comparto, por si están interesadas:


Aunque preferiría que fuera un color más neutro, creo que está muy bonita, y por el precio no consigues nada mejor. Es de madera y viene con todos los accesorios. Cuesta 55€ y puedes comprarla aquí.

Espero que a mi niña le guste. 

lunes, 20 de octubre de 2014

7 mitos sobre vivir en el campo


Nos hemos convertido en una de esas familias que ves desde el carro cuando viajas por carretera. De esas que yo veía desde mi ventanilla en casas lejanas de pueblos en los que nadie para, y me causaban melancolía.

Hace un año casi que estamos aquí, y tal vez le va llegando la fecha de vencimiento a esta inolvidable experiencia. No ha sido mala, ha tenido cosas maravillosas, pero también cosas con las que no quieres tener que lidiar todos los días, esas cosas que son un mito, y que solo conoce quien las vive:


Mito 1: Que bueno es vivir en  "el silencio del campo" 


De esta ya había hablado en otros post, pero tal vez no lo suficiente. Hace unas semanas estuvimos en una gran ciudad, y hacía mucho tiempo que no dormíamos tan bien, no se escuchaba ni el viento ¿Irónico no?

En esta casa no hay una sola noche que pase en silencio. Ni la más fría, ni la más caliente. Los vecinos tienen animales, tal vez del lado contrario a la habitación donde duermen, pero eso no quiere decir que estén alejados de donde duermes tu. El de el frente tiene muy cerca de nuestra habitación el siguiente clan: perro pequeño, perro mediano (amarrado) patos, pájaros, gallos, gallinas. Cada uno tiene un momento del día en el que prefiere hacer escándalo, por la noche, generalmente es el perro amarrado el que no se calla.

Y casi todos los vecinos del pueblo tienen perros amarrados en el patio. Que por supuesto se sentirán vulnerables por no poder defenderse bien y al mínimo ruido están histéricos.

Cerca de las 4am comienzan los gallos. A las 7am ya los vecinos comienzan sus labores en el campo, sale el tractor mega ruidoso, sale la doña que se para bajo tu ventana a contarle cómo le fue el fin de semana a la otra vecina, y no importa si es miércoles o domingo, y menos si esa mañana, después de muchos tiempo, planeaste dormir hasta un poco más tarde.

Mito 2: Si vives en el campo puedes tener un huerto


A ver, esto no es un mito, es cierto. Pero le falta una parte:  Si vives en el campo (y no tienes que trabajar, ir al gym, cocinar, lavar, llevar a la niña a la escuela) puedes tener un huerto.

Si quieres ascender en tu categoría de jardinero urbano mudándote al campo, prepárate para trabajar. Mucho. Todos los días. Cada día hay muchas cosas que hacer en un huerto, sobre todo si estás en el campo, donde la hierba mala crece a diario y los bichos compiten contigo a ver quién se come los vegetales primero.

Y quieres que el huerto sea biológico ¿no? Que la fuerza esté contigo.

Desde el día que llegamos a esta casa hemos limpiado el terreno con mucho esfuerzo. A mano, porque no queremos gastar en máquinas y no queremos usar pesticidas. Usamos herramientas súper antiguas que aquí estaban, las mismas que la abuela de mi marido, antigua dueña de esta casa, usaba. Sacamos cada hierba, cada basura acumulada, y después de dos semanas, todo se llena de "monte" de nuevo.

Lo bueno es que he tonificado los brazos, y que Mími sabe perfectamente qué es una ortiga o un diente de león.

Y te puedes preguntar ¿Por qué no le pagan a alguien con maquinaria? Pues desde que llegamos estamos esperando que alguno de los señores que hemos contactado venga. Suponemos que el trabajo les abunda o que ya tienen mucho dinero.

Mito 3: El médico de familia funciona mejor, porque hay mucha menos gente


Casi un año tengo aquí, con una cirugía incluida, y aun no tengo médico de familia.

El procedimiento a seguir era simple: lleva  un comprobante de dónde vives y te registras. Eso es todo. Pero nunca piensas en que la señora que atiende el lugar desde hace tal vez más años de los que tienes tu, jamás recibe casos como el tuyo; que a todo le dice que no porque no sabe cómo hacerlo ( o le da pereza averiguarlo) y que no le agrada nada nadita que le interrumpas la conversa con la vecina, que ya que está al lado y no tiene huerto que atender, se pasa por aquí para ponerse al día.

Luego, como hay tan poca gente, hay un solo médico. Que viene solo tres veces por semana, dos horas cada día.

Y entonces decides dejarlo así un tiempo, porque no tienes tiempo ni ganas de lidiar con estas cosas.

¿Que curioso no? En Lisboa, en uno de los centros de salud más congestionados del centro, nunca dejaron de atenderme.

Mito 4: La gente en el campo es más amable 


Portugal es un país muy amable, a mi me encanta su gente y me encanta vivir aquí. En Lisboa, la capital, vas por la mañana al trabajo y la gente que se cruza contigo por la acera te da los buenos días con una sonrisa. Suficiente para mi.

En el pueblo la gente también dice buenos días, pero además te pregunta ¿y ya la niña está en la escuela? ¿y ya habla portugués? ¿y esa es tu amiga, madre o hermana?.. preguntas a las que a mi me provoca siempre responder: ¿a ti qué te importa? Por ahora he tenido la amabilidad de responder "umjú". Pero estoy segura de que eso también tiene fecha de vencimiento.

La gente de pueblo (por lo general) no es más amable, es más cotilla. En la cola del supermercado te enteras hasta de si la cajera duerme con pantalón o en tangas, y si la doña Fátima se separó del marido porque roncaba. Dear lord.. cóbrame y ya mujer que no quiero escuchar más.

Mito 5: Es más barato


Puede que la renta sea más barata. No necesariamente. Pero los servicios, por lo menos aquí en Portugal, cuestan lo mismo. Y si tomas en cuenta que en los apartamentos de ciudad generalmente usamos menos gas/electricidad porque son más rápidos de calentar y hay menos que iluminar.. pues al final lo más probable es que gastes más.

Por lo general el transporte público es escaso o nulo, así que tienes que usar el carro para todo, y gastas mucho más combustible que si vivieras en la ciudad, donde tenemos todo cerca o a un solo de par de estaciones de metro.

Mantener un jardín y una casa grande, es más caro, lógico.

Mito 6: La gente del campo es trabajadora


Las MUJERES del campo son trabajadoras. Los hombres están a cualquier hora en el bar del pueblo, y son más cotillas que las doñas.

Las señoras de esta aldea son incansables. Desde muy temprano están cuidando sus huertos y alimentando a sus animales. Las ves recogiendo lo que siembran, limpiando el jardín y ocupándose de que a su marido nunca le falte el plato de comida a la hora correcta.

No importa la edad y las arrugas que ya tengan. Admiro tanta voluntad.

Mito 7: Puedes sentarte con un libro y una taza de té en la terraza, con el atardecer de fondo 


Entre el trabajo, las labores del día a día y el cuidado de la casa, aun estoy esperando que ese momento llegue. Pero me prometo cumplirlo antes de que me vaya.


(Atención: lo que aquí comento está basado en mi experiencia personal, no significa que todos "los campos" sean iguales, ni que a ti te guste o disguste lo mismo. Si tu sueño es vivir en el campo, que esto te sirva para conocer otras experiencias, y no para desanimarte )




jueves, 9 de octubre de 2014

El hada que no sabía volar


Cuando la vida se pinta dura, tenemos dos opciones: dejarnos caer a lo más hondo, o luchar con fuerzas. Yo admiro a las personas que luchan, que tal vez a veces lleguen al fondo, pero que desde allí patalean en dirección a la luz.

Yo conozco a una hada preciosa que lucha como nadie. Ya hace tres años que me topé con su sonrisa cuando buscaba apoyo en mi experiencia como madre de gran prematura. De esa hada les he hablado en otra ocasión, en la que les contaba que Xana, como se llama esta pequeña mágica, sufrió una parálisis cerebral al nacer muy prematura, y ahora lleva traqueotomía y una válvula para la hidrocefalia.

Un año en cuidados intensivos y muchas intervenciones a lo largo de los años, pueden quitarle la alegría a cualquiera, pero no a Xana. Ella tiene la sonrisa y mirada más dulce que puedan imaginar. Ni a su madre, que se ha entregado toda a luchar porque su hada logre volar feliz junto a ella.

El hada que no sabía volar  es un cuento que Alba Barón, la madre de Xana, ha escrito con mucho amor, y que puedes comprar para disfrutar, y además, colaborar con los diversos tratamientos a los que Xana debe acudir cada semana.


El libro tiene un precio de 8€ con gastos de envío en España incluidos. Si quieren comprarlo desde otros rincones del mundo solo tienen que pedirle a la mami de Xana y ella los ayudará. Pueden escribirle al correo albadeusto@yahoo.es o enviarle un mensaje a través del grupo en Facebook Xana Puede.

Un beso mágico Xana, mucho amor y luz para ti y la familia toda. Alba, eres grande, el mundo necesita más madres como tu!

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