jueves, 20 de marzo de 2014

Busquemos señales de la primavera

Salimos a dar un paseo muy entretenido  ayer por la tarde. 

Primero caminamos por nuestro patio, que aun es un monte salvaje que cambia cada semana. Ayer habían unas flores silvestres muy bonitas que salieron sin que nos diéramos cuenta. 

Luego salimos de casa a recorrer el pueblo. Es increíble cómo estos lugares cambian tanto en cada estación. En las ciudades todo el mundo lleva la misma rutina todo el año, trabaja, estudia, se traslada... y apenas se ve más gente en las terrazas durante el verano. 

Aquí se nota mucho que todo el mundo se despierta de su descanso invernal y salen del frente de la chimenea, se reencuentra con sus patios que también van saliendo del reposo. Se escuchan ruidos todo el día desde bien temprano (es decir, aun estoy en la cama cuando comienzan) de cortadores de árboles, carros para arar, tractores... una vez más lo repito: la gente no sabe lo que dice cuando habla del "silencio del campo"... 


Las plantitas de fresas que sembramos hace poco están creciendo mucho y ya tienen flores también. Espero que podamos recoger algunos de sus frutos este verano, me hace mucha ilusión. Cuando era pequeña y vivía en una ciudad tan seca y caliente me imaginaba que increíble sería tener fresas y manzanas en el patio, dos de mis frutas favoritas. También a Mími le encantan, se las come con mucho gusto. 



Le dije a Mími que estábamos jugando a buscar las señales de que la primavera ya había llegado. Aun no entiende de qué se trata esto de las estaciones, aunque las vive naturalmente sin darse cuenta, claro. Lleva un par de semanas jugando feliz afuera, hasta ahora en el invierno solo pasábamos 20 minutos y ya pedía volver a entrar.

Hablamos de las flores, de los pájaros que ahora están más abundantes y más ruidosos, del río y del sol.  



Fotografiamos flores (Mími tiene una cámara imaginaria que sostiene muy profesionalmente) vimos cómo el río ya está bajando después de un invierno que causó algunos estragos en sus alrededores y observamos que nuestra "playa en el río" ya comienza a asomarse debajo del agua menos profunda, aunque muchos de los árboles que nos daban sombra y privacidad fueron arrastrados por el agua. 



El perro del vecino ya lleva el look de la temporada con su bandana. Otra señal definitiva de que la primavera está aquí.

El pueblo entero huele bastante mal ahora mismo, todo el mundo está abonando sus tierras para comenzar a sembrar, y el olor a estiércol abunda en cada esquina. Mími no le da la más mínima importancia, yo corro de los lugares que apestan.

La vista está muy bonita, todos los árboles de ciruelas y duraznos tienen las ramas repletas de flores blancas y rosa. Y tenemos la suerte de tener ambos en el patio.

Ahora, salgan de casa y busquen las señales de la primavera ustedes también. Hasta pueden llevar una lista para ir tachando lo que ven, es una actividad muy entretenida y hasta en la ciudad hay árboles, jardines, playas..

¡Feliz primavera!



jueves, 13 de marzo de 2014

La operación pañal. Penúltima parte


Que alegría tan eufórica y orgullo infla-pecho el que siento cada vez que Mími se me acerca y me dice "¿posso hacer pipí mamá?"

Creo que solo un padre puede entender cómo el sonido de pis o del "cocó" cayendo en un pote puede ser emocionante. Yo bailo de alegría, literalmente.

Pienso en que no he cambiado un pañal sucio desde el domingo y salto contenta como Snoopy. 

El haberle mostrado la idea el verano pasado me imagino que ha tenido que ver, ayudó a que esta vez fuera todo más fácil. 

El domingo decidí quitarle el pañal aprovechando los días de sol y el calor. Tuvimos accidentes, tuve flashes de la vez anterior y comencé a preocuparme de no tener paciencia y que ella no colaborara. 

Hoy jueves llevamos tres días sin accidentes, y  lo que más me emociona es que finalmente es ella la que está pidiendo el baño, o simplemente va sola. Y ya no tiene asco, ahora hasta mira el "contenido" del orinal y dice: aaawww tan chiquitito..

Hemos salido de casa dos veces sin pañales y ha vuelto seca. Tenemos el Orinal portátil pero lo llevaré para paseos más largos, si estamos cerca de casa ya comprobamos que podemos regar algunas plantitas sin problemas ;) 

Pero bueno, no todo ha sido color de rosa, el año pasado pasó todo esto:


La última vez decidí volver a los pañales, estábamos con un estrés totalmente innecesario. Esta vez, con 3 años y mucho más madura, lo logramos al primer intento. Y sí, dirán algunos que estoy cantando victoria antes de tiempo, que aun no llevamos ni una semana entera, pero es que conozco a mi niña, y veo como ya lo asumió.

¿Y por qué penúltima parte? Aun está durmiendo por la noche con pañal, aunque lleva días levantándose con el pañal seco. Por la tarde ya casi nunca hace siesta, pero esta semana durmió un par de horas en el sofá y no llevaba pañal. 

¡Que momento tan esperado!





martes, 11 de marzo de 2014

Una mañana de marzo

El sábado, el padre y yo hablábamos de lo maravilloso de que Mími nunca se había enfermado del estómago. Nada de diarreas o dolores de esos que angustian a padres/niños. Ayer lunes Mími llevaba 10 minutos dormida cuando se levantó llorando y retorciéndose.

Me puse nerviosa, hacía tanto tiempo que no le veía con malestar. Le hice un masaje muy corto en la barriga mientras su padre llamaba al número de salud para evaluar todo. Luego la abracé, ya no lloraba, la arropé con una manta y me la llevé a la terraza a ver las estrellas, me dijo "me duele mucho la barriguita mamá" ay.. casi lloro. Unos minutos después: "dónde están esos perros ladrando". Ya hablaba y pensaba en otra cosa, buena señal.

Entramos a casa, juntamos las barriguitas echadas en el sofá y así se durmió. De vez en cuando tensaba el cuerpo, seguía con algunos cólicos.

Hoy por la mañana me dio los buenos días y me contó que un mosquito le había picado el brazo, me pidió "cremita". Yo abrí los ojos feliz, ya se sentía bien. Salimos al patio soleado y saludamos contentas un nuevo día.

jueves, 6 de marzo de 2014

Criando en el campo: Febrero 2014


Febrero debió romper récords por la cantidad de agua que tuvo. Apenas se asomó el sol algunas horas en todo el mes. Y sí, es verdad que la vista por la ventana es interesante,  ese paisaje nublado y misterioso tiene su encanto, pero lo pierde cuando se hace constante.

En casa fue un mes muy estresante por las noticias de Venezuela, y mi espalda está destruida porque he estado conectada a internet,  pendiente del twitter y de las noticias más que nunca. Y eso significa cada hora del día y hasta tarde en la noche.

Mientras tanto, la primavera comenzó a asomarse en el pueblo, y los árboles que aun no tienen flores están llenos de pequeños brotes que van a explotar con colores en cualquier momento.


Los narcisos de la abuela ya salieron en el jardín, y me causa un sentimiento muy especial saber que fue ella quien los sembró y que este año no se marchitarán sin que nadie los haya visto, hoy su bisnieta puede admirarlos.

También hay ovejitas naciendo por toda la aldea y a Mími le encanta ir a saludarlas. "Mira mamá, un bebé oveja, que fofooo" y "Mira mamá, un bebé con una mamá como mamá y Mími".


El carnaval es para mi una fecha bastante nula, pero en el pueblo hicieron un desfile con los niños de todas las escuelas después de muchos años, y con una agenda cultural casi vacía, no podíamos negarnos a la actividad. Lamentablemente, como me temía, a Mími no le gustó nada. Apenas escuchó sonar el primer tambor y asomarse la primera máscara, su padre se la tuvo que llevar porque lloraba desconsolada

El paseo que dimos, después de merendar en nuestra nueva panadería favorita, fue más agradable. Nuestra pequeña hada/bailarina/mariposa posó junto a los árboles llenos de flores de la avenida y se asomó a ver los peces en la plaza del pueblo.

Me gusta este ritmo de vida lento, sin prisas y disfrutando cosas simples.

Seguimos con la cocina como un desastre y sin horno, y las ganas de hornear postres me está enloqueciendo. Hace unos días  Mími me ayudó a hacer un "bolo de bolachas" que es una torta fría portuguesa con galletas maría, café y mucha mantequilla. Pero no, nos nos gustó nada.

Igual les comparto la receta por si les interesa, está en portugués pero creo que se comprende: Bolo de bolachas. En todos los restaurantes portugueses siempre lo sirven como postre.

También en febrero comimos finalmente un fondue de chocolate que nos regalaron hace un año en Suiza. Sí, hace un año, y si seguíamos esperando la "ocasión especial" que quería el padre para abrirlo, creo que se vencía guardado.


Una tarde de invierno cualquiera en la que estemos juntos, es para mi una ocasión especial. Y si está frío y nublado, nada mejor que chocolate caliente para animar el alma y la barriga.

El padre y el abuelo improvisaron  un invernadero genial en el patio, y ya tenemos muchas cosas sembradas que comienzan a brotar : albahaca, perejil, cilantro, tomillo, rúcula, pimentón y hasta arándanos. Espero que sigan creciendo y que podamos aprovechar todo en la cocina durante los soleados meses que vienen.

Esperamos el son con ansias, ya está pronosticado para una semana entera, con temperaturas de hasta 20 grados. Si soy sincera, a pesar de que al principio no sabía cómo iba a sobrevivir al frío del invierno en esta casa, al final no se me ha hecho tan largo, pero definitivamente debemos hacer mejoras en la casa para el próximo.  


miércoles, 5 de marzo de 2014

38 meses

Hace dos semanas entramos en una fase nueva, la "fase de la terquedad", le llamo yo. 

También, hace una semana me enteré de que a los niños de tres años les llaman en inglés "threenagers", así que por lo menos sabe bien saber que no soy la única que siente que su pequeño actúa como un pre-adolescente. 

A ver, que entiendo que ya es una niña y que comienza a comportarse como tal, pero ¿cómo puede cambiar todo tan rápido? Hace dos semanas todo era paz, ahora hay mucho debate para mi gusto. 

Ya había leído muchas mamás decir que los dos años les habían parecido un mar de tranquilidad comparados con los tres, yo (por ahora) no me estoy quejando, pero sí que acepto que estoy en "adaptación" en estos momentos.

La mejor muestra de cómo están las cosas ahora mismo, son estás cinco frases que más le escucho a Mími en los últimos días:

  • Así no es mamá, es así.. 
  • ¡No quiero saber de nada! (¿really? ¿con tres años?)
  • No me gustan las personas. No me gusta decir hola, no me gusta decir chao (a mi tampoco hija, pero a veces toca)
  • ¡Yo primero mamá!
  • É a minha vez ("es mi turno" siempre es su turno..) 

Y así todo el día. A veces me siento tonta porque cuando reacciono, veo que estoy discutiendo con ella como si también fuera una niña. Eso sí, al final del día, cuando ya está en la cama, su padre y yo nos morimos de la risa contándonos uno al otro las cosas que nos dijo o hizo. 

Se interesa por los otros niños y los invita a jugar, algo que siempre quisimos que llegara y que es maravilloso, pero con muchos adultos ahora no lo lleva bien. Se intercambiaron las cosas. Cuando alguien se le acerca en la calle a hablarle se da la vuelta y me dice "no  me gusta, mamá" y yo me encargo de traducir el mensaje para que la dejen en paz, pero la gente no siempre entiende (solo lo hacen el 1% ) y siguen insistiendo en "ganársela" y ella peor se pone, y así vamos, y es agotador. 

Ya está pre-inscrita en la escuela, y tenemos toda la fe puesta en que ese nuevo mundo le ayudará a entender mejor las relaciones sociales. También ayuda que se acaba el invierno y que saldremos más de casa. 

Está más "monita" que nunca, y me la paso con el corazón en la boca de verla subirse y bajarse sola de la silla más alta o del columpio. 

Habla mucho, y muchas veces en portugués. Hoy me dijo "se dice vaca en portugués y vaquita en espanol mamá" me reí mucho y le respondí que "vaquita" me sonaba mas bien "en Venezolano". 

Dice cosas que le salen del corazón y que me llenan de ternura, como ayer en la cena cuando insistía en comer sentada en las piernas de su papá y le dijo "eres muy bonito papá, eres meu amigo". Ah, sí, tiene una etapa de amor total por papá, quiere estar con el siempre y por primera vez llora si sale sin ella. 

Por cierto que ahora llora distinto, llora como un niño. Con "melodía", escuchándose el llanto, restregándose las lágrimas y exigiendo cosas "¡ábreme la puerta que vou buscar a papá!" o "¡quiero los zapatos para salir!.. y repite lo mismo una y otra vez, no importa si le explico lo que sea. Sí, definitivamente ya estamos en otra etapa.

Cosas para no olvidar del mes que se acaba:

  • Hoy en el almuerzo: "Está rica esta fresa. Não é mamá?" Nos reímos a carcajadas con ese portuñol tan lindo. 
  • Salimos de la consulta de alergólogo, la Dra. le da la mano y le dice "que ta vaya bien muñeca" Mími le devuelve el apretón de mano y le dice mirándola a los ojos "muñeca no ¡MI-NAN-DA!" se da la vuelta y se va.. 
  • Fuimos a Lisboa de visita después de tres meses y Mími lloró cuando nos bajamos del tren y no caminamos en dirección a nuestra antigua casa.
  • En Lisboa Mími estaba como si nunca nos hubiésemos ido, reconocía perfectamente todo, las calles, a sus amigos en el parque.. y pedía parar en los lugares que le gustan cuando veía que estábamos en la misma zona.
  • Me siento en el sofá con una bolsa de Doritos, Mími se acerca y me dice: "Mamá, puedo comer basura yo también?"
  • Hoy día 25 de febrero, mi niña que no va a la escuela, que nunca ve niños y que siempre dice "no me gusta la gente mamá", se bajó de su silla en el café cuando vio llegar a otra pequeña, la tomó de la mano sonriendo y le dijo "¿queres brincar?". Se me nublaron los ojos de emoción. 
Creo que a partir de este momento puedo decir que soy mamá de una NIÑA. 










lunes, 3 de marzo de 2014

Fuimos a Lisboa


Estuvimos tres días en Lisboa. Fue un esperado regreso por mi parte y lo disfruté muchísimo a pesar de la lluvia.

El trayecto en tren fue agotador pero a la vez divertido, solo un padre lo entendería. Mími pidió cosas TODO el camino: "quero una galleta mamá".. "quero lete mamá".."quero banana mamá"... "¿mamá?"... "¿viste mamá?".. ¿sabes mamá? mamámamámamámamá no se imaginan cómo repite ahora la palabra, la pone al final de cada frase que dice, y si ve que no le estoy prestando atención sigue hasta que le responda. Yo respiro profundo.

En fin, que me distraje. LISBOA. Llegamos y Mími se bajó contenta del tren, agarró su maleta y se dirigió al camino que tomábamos para subir a la antigua casa, y cuando le dijimos que no íbamos por allí comenzó a llorar. Se me arrugó el corazón y casi me echo a llorar también.


Dejamos las cosas en nuestra habitación de 15€ perfectamente limpia y cómoda y corrimos a comer algo antes de visitar a nuestras respectivas peluqueras. Dos horas después de haber llegado ya parecíamos gente de ciudad de nuevo.

Caminamos mucho, vimos algunas tiendas, comimos fast-food (en el pueblo eso no existe) e hicimos bastante people watching, que a mi particularmente ya me hacía mucha falta.

Todo el mundo estaba tan guapo que provocaba besarles y darles las gracias....

Pasamos un día entero en el hospital. Nos despedimos de la fisiatra de Mími que ya pronto se jubila, y estuvimos en consulta con la "alergologista". Era San Valentín así que Mími repartió caramelos de corazones que estaban deliciosos.

El sábado hicimos lo mismo que hacíamos ese día cuando vivíamos allí: Desayunamos fuera, paseamos por la Feira da Ladra (gasté 3 euros en 5 piezas de ropa) y luego fuimos al parque de Mími, ese donde aprendió a gatear, a caminar, correr y compartir.

Mími estaba radiante, me decía "¡Los amigos de Minanda mamá!" uufff.. tuve que respirar profundo de nuevo para no llorar.

Se acababa el tiempo, así que después de comernos la mejor pizza de la ciudad (soñaba con ella) nos subimos corriendo al tren de vuelta. La parte de correr le encantó a Mími.

La menina cayó rendida luego de 15 minutos en marcha, y me di el lujo de llevarla acurrucada en el pecho casi todo el camino. Como si eso fuera poco, pude ir leyendo un libro.

Lisboa, linda, encantadora, a pesar de la lluvia. Ya me hacía falta... Yo debo ser la única que va a la ciudad para recargarse y no al contrario...

Haciendo figuras con pasta de modelar


El año pasado estuve tentada a comprar pasta para  modelar, pero decidí esperar un poco más para no terminar "jugando" sola. Hace unas semanas llegó el momento de traer un paquete de la "masa" a casa y con tantos días de lluvia no faltó una oportunidad perfecta para presentársela a Mími. 

Hay recetas para hacerlas caseras con sal o harina, pero también pueden conseguirla en ventas de artículos de arte o escolares y hasta en los chinos. Un paquete no cuesta más de tres euros. 

La pasta se moldea y luego se deja secar para decorarla. También pueden dejarla al natural, claro. 



Usamos cortadores de galletas y los moldes de un juego de plastilina de Peppa Pig para sacar las formas. Les hice un orificio en la parte superior para luego atravesarles una cuerda y poder colgarlos. 

Una vez hechas las figuras que queríamos animé a Mími a hacer "puntos" con palillos en algunas de las piezas y a moldear algunas a mano. Hizo tres figuras a las que identificó como patitos con su mamá y una en forma de roca que luego pintó y le regaló a su abuelo que cumplía años. 



Las dejamos secar hasta el día siguiente y luego las pintamos. Aproveché para explicarle a Mími un poco sobre los colores primarios y los resultados de las mezclas, pero que va.. estaba más interesada en pintar todo rápidamente. 



Y listo. La actividad fue un éxito en las dos etapas.

El material definitivamente da para muchas cosas, y a los niños naturalmente les encanta. 
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