Este fin de semana como siempre Mími fue la reina de la agenda.
El sábado la llevamos a un mini zoo, escondido entre los edificios de la ciudad, parece una locura, pero es maravilloso. Se llama Quinta Pedagogica dos Olivais, y además de animalitos para visitar y alimentar, tienen talleres para los niños más grandes, en los que aprenden a hacer pan, queso o figuras de cerámica.
Mími dormía en el camino y se despertó cuando ya estábamos en el sitio (típico) así que tardó un poco en reaccionar ante lo que veían sus ojos: caballos, ovejas, burros, vacas, puercos..
Media hora después de dar vueltas por el sitio fue tomando confianza, y quería andar agarrada de nuestras manos. Los animales grandes la ponían un poco nerviosa, sobretodo el caballo, cuando pasábamos a su lado me agarraba con fuerzas y miraba de reojo al animal, las cabritas le agradaron y los patos sin duda fueron sus favoritos, tanto que hasta los imitó, ¡al fin!... tenía ya varios días animándola a imitar los sonidos de los animales.
El domingo solo salimos de casa para pasar por la frutería y luego al parque, nuestro querido parque local que es encantador, con el río Tajo de fondo y un sol tan delicioso que al final terminamos por quitarnos los abrigos.
En el desayuno de hoy lunes Mími nos dejó claro que lo que escuchaban nuestros oídos ayer no eran ideas nuestras, ya sabe su tercera palabra y es: ¡Bravo! jaja, dice bravo con una "r" muy exquisita mientras aplaude desordenadamente, es para comérsela.
Luego de desayunar me ha tocado hacer compras sola con la chiqui, arrastrando el carro del mercado y la monita metida en el fular. Necesitamos un Manduca o un Ergo Baby urgente, pero son ¡tan caros!.. lo cierto es que ya se vuelve complicado para esta madre petite cargar 8 kilos de peso al frente en el fular elástico.
Ah por cierto, nos tardamos una eternidad en llegar a esos 8 kilos, pero ya está, Mími el viernes pesó 8 kilos 130 gramos, y ha estado comiendo bien últimamente, hoy almorzó salmón por primera vez, y en este momento acaba de comerse una banana entera y ahora despedaza un pan con queso crema :)
Qué chulo el minizoo :)
ResponderEliminarSí! guapísimo :D
ResponderEliminarSuena bien lo del mini zoo, más familiar y reducido. Bravo por decir bravo! Ja, ja! El mío dijo pez como tercera palabra.
ResponderEliminarY felicidades por llegar a los ocho kilos!
Si aprendes a atarlo bien te puede servir de fular casi cualquier cosa, no hace falta mucho dinero.
Un beso gordo!
Gracias Mamá :)
ResponderEliminarMi fular es perfecto, pero hasta los 7 kilos, ahora creo que debemos cambiarlo por una mochila para llevarla en la espalda.
Besitos