Te confieso Mickey, que yo nunca fui muy fan tuya o de tus amigos, solo recuerdo haber tenido una gorra con tu cara y con un estilo bien "noventoso" que usé una temporada cuando paseaba con mis papás en mi soleada ciudad natal.
Confieso que sí quise ir a tus súper famosos parques cuando era pequeña, ese era el sueño de cualquier niño venezolano de mi generación. Nunca me llevaron, así que luego crecí y lo dejé como un plan pendiente para cuando tuviera hijos, y que cuando pensaba que tal vez no lo lograría pensaba también en que quizas al final nunca conocería Disneylandia.
Quería decirte que me conmoví cuando entramos al parque y Mími señalaba y gritaba emocionada para cada rincón donde aparecían tus orejas, ella si es tu fan. Pero que la emoción me duró poco cuando me topé con el primer cartelito diciendo la cantidad de minutos que debíamos esperar para subirnos a las atracciones.
Tal vez la culpa es mía, por haber elegido justo el primer domingo soleado de primavera en París, ahora sé que un día con un poco de lluvia es mejor.
Te confieso que la paciencia se me comenzó a acabar antes del mediodía, pero justo en ese momento apareciste bailando en un tren de colores y a mi niña casi se le sale el corazón de la emoción, y ni te digo cuando unos minutos después Pluto se ofreció a tomarse una foto con ella. Aunque parecía asustada luego siguió repitiendo "Pruto" por varios minutos, así que ya no te garantizo la exclusividad de su corazón.
Luego llegó la hora de comer, otro bajonazo duro, poner cara de cachorro abandonado y acosar a los comensales en espera de que alguien se apiade y te ceda la mesa que ya no necesitan, mientras el padre hace una fila como las que se forman ahora para comprar pollo en Venezuela. Media hora de espera después y más euros gastados de lo que realmente cuesta , aparece balanceando una bandeja con papás fritas, pollo y tacos de carne. Comemos y la esperanza vuelve a aparecer en nuestros corazones.
Caminamos errantes de atracción en atracción buscando alguna que tenga filas de espera de menos de una hora. Te vemos pasar de nuevo, esta vez en un descapotable y acompañado de la siempre polite Minnie, por lo menos para esto no hicimos fila. Entramos con menos de 30 minutos de espera a un show, siento que los 60 euros de entrada que pagamos cada uno van comenzando a valer la pena. Salimos del show y por mucha suerte te encontramos escondido en un rincón, nos acercamos para que Mími conozca por fin su querido "Nitey" y yo ya me pongo tan feliz que salgo "fea de contenta" en la foto.
Tu fan número uno se cansa, la pasemos por todo el parque sin éxito hasta que nos rendimos y entramos a la atracción de efectos especiales de Armageddon, el fuego, los gritos, temblores de suelo y los chorros de agua la arrullan y se duerme.
Cuando se despertó, estábamos justos en primera fila para esperar el desfile de carrozas. Te confieso que Mími estaba un poco nerviosa con algunos personajes, sobretodo con el Sombrerero de Alicia que a mi tanto me gusta, y con los soldados de Toy Story, pero que cuando te vio saludando en la última carroza se le quitó el miedo, y se puso de un humor tan brillante que nos contagió y nos hizo disfrutar mucho de las últimas horas que estuvimos en tu casa.
Te confieso Mickey, que el show de clausura del 20 aniversario de tu parque me pareció increíble, nos dejó de boca abierta a los tres, sí, Mími ese día se quedó despierta hasta muy tarde. Y que aunque el día que pasamos en tu parque nos fuimos agotados, con los labios quemados por el sol, con varios euros menos en la cuenta del banco, y diciendo "esto no es para nosotros" y "no creo que volvamos", ya han pasado unos días y recuerdo la carita de mi niña y la alegría e ilusión de los demás niños en el parque y pienso diferente, creo que sí volvemos, eso sí, un lunes nublado y con un poco de lluvia.
Estáis guapísimas!! Se nota que lo estabais disfrutando!!
ResponderEliminarUn beso
:) el momento de las tazas debería repetirse!
EliminarBesos guapita
Estoy segura de que esa sonrisa linda de tu bebé realmente valió la pena el cansancio, el calor y la prueba a la paciencia. Un abrazo!
ResponderEliminarDel cansancio aun me recupero! pero sí, esas caras valen todo :)
EliminarBesos!
Vaya experiencia, yo creo que tiene que se increible por los niños, pero para la cartera no tanto. Lo malo es que hay que ir antes de que sean demasiado mayores y pierdan la inocencia supongo. Un beso
ResponderEliminarCon inocencia o sin, se puede disfrutar. Incluso ves muchas personas sin niños divirtiéndose como unos en las atracciones. Espera que bebebatallas tenga 4 o 5 años y lo disfrutará al máximo :)
EliminarBesos
Uisss, pero qué guapa está Mimiiiii!!!!! Y su mami!!!! qué gua y el viajeee
ResponderEliminarMími pa´comérsela! la madre si se ve bonita será de la felicidad :)
EliminarBesos guapita