jueves, 23 de mayo de 2013

Las dos caras. Tu, ¿cuál prefieres?


Mi marido regresó de su viaje con un par de libros en español para mi. Uno, el de la Drama Mamá, que como ya yo he leído todo el blog al final lo ha disfrutado mucho más el, el otro es uno de crianza, que según él vio, cuando lo hojeó en la librería, era como un "intermedio" entre Jové y Estivill. 

Es de la autora Ma. Luisa Ferrerós, pero eso no me dijo nada. La verdad es que el nombre del libro, apenas lo vi, me hizo tragar grueso: "Pórtate Bien"... vamos, ya me imaginé bien claro por dónde venía. Para dejarme menos dudas, veo que el prólogo es de Estivill. Igual decidí leerlo para poder criticarlo con propiedad. 

Ayer en un par de horas lo leí casi hasta la mitad, y ya no pude continuar. Más que molesta me dejó triste, triste de que una psicóloga infantil publique un libro así, triste de que millones de padres lo lean y más triste aun de que tanta gente siga viendo la crianza como un juego de control, como un "tú a mi no me dominas".

Esta autora propone básicamente un método en el cual la educación se logra al "poner límites a las conductas de nuestros hijos",  en hacer tablas donde damos pegatinas por cada conducta que queremos, e ignorarles por completo cuando realizan algo que no nos gusta, o sea, disculpen que lo diga, pero así, igual, entrenaba yo a mi perra, solo que con galletas y no con pegatinas, y sí que funcionó, hacía pis en el periódico y se sentaba cuando se lo ordenada, pero ¿es eso lo que queremos de nuestros hijos? ¿que hagan todo porque así vamos a estar contentos nosotros? 

Aquí dejo frases del libro que me desolaron: 

- "Práctico manual para enseñar buenos hábitos a los niños y proporcionar información a los padres, de forma que se sientan un poco más seguros en el momento de tomar decisiones sobre la educación de sus hijos, no siempre fáciles, ya que los niños son muy listos" ¿?¿?¿? ¿adivinen quién dijo eso en el libro? Estivill, claro.

- "Únicamente hacemos caso al niño cuando lo hace bien.. por el contrario, cuando lo hace mal, ni lo vemos ni le decimos nada. Nuestra actitud ha de ser de total indiferencia" 

-"Entre su primer y segundo año de vida, los críos son unos pequeños gamberretes dispuestos a todo para sacarnos de nuestras casillas" 

-"Los niños no nacen sabiendo, si no les enseñamos no van a comer, dormir, vestirse o ir al lavabo espontáneamente" JA!

-"El niño no se puede dormir un día en el salón, otro en la cama cama de los papás, otro en el cochecito.. No tiene que salir de la habitación" ya... 

Podría continuar, pero quiero olvidarme de esta tía, antes de reciclar su libro en manualidades, contándoles lo que propone para acabar con las pataletas: 

(Los paréntesis son míos, evidentemente)

"Llevadlo a una habitación carente de significado para el y dejarlo allí solo 5 minutos para que recapacite. Pasado ese tiempo, entramos en la habitación (o sea que ¿además está encerrado?) y le preguntamos si está dispuesto a hacer  las paces y que nosotros sabemos que lo ha hecho "sin querer" (ppfffff) Y añadir que los papás han de enseñarle lo que se puede y lo que no se puede hacer, porque le quieren mucho y quieren que (sea un robot) lo aprenda. Si continúa llorando después de este pequeño discurso  se les deja siete minutos de reloj a ver si disminuye la fuerza del llanto. Después volveremos a entrar, repitiendo el mismo discurso, hasta que consigamos que entre en razón" 

A ver, señora publicada, si dejamos solo a un niño de dos años, ¿de verdad cree que va a "reflexionar" sobre su comportamiento?  !!!NO!!! va a tener miedo, rabia, y no va a entender por qué sus padres lo dejan solo cuando más lo necesitan. Va a sentir rabia de que no lo escuchen, y si el problema es por una discusión con un hermano o amigo no creo que esto mejore la relación. 

Respecto al "discurso", o sea... ¿De verdad? un discurso es lo menos que queremos escuchar cuando tenemos esos momentos en los que gritamos y lloramos porque nos pasa algo que nos pone mal, no importa si lo que sucede es culpa nuestra o no, cuando estamos así lo que queremos es que nos conforten, que nos hagan compañía. 

No estoy de acuerdo tampoco con darle de comer o dormirle siempre en el mismo sitio a la misma hora, pienso que con eso lo que estoy es criando a un niño que va a reaccionar mal a los cambios y que le va a costar adaptarse.

Por último, señora, mi hija no es ninguna gamberra. 

Miranda el mes pasado tuvo las rabietas más grandes hasta ahora, imagino que influenciadas por su malestar físico. La levanté de la cama donde gritaba como loca a las dos de la mañana, despertando a todos los vecinos. La senté en el suelo y me quedé con ella, sosteniéndola firmemente y mirándole a los ojos y pidiéndole que respirara hasta que se calmaba, esto podía durar media hora. Yo siento rabia, porque soy humana, porque quiero dormir a esa hora y estoy cansada, y tal vez mi actitud podría se más amorosa, pero jamás encerraría a mi hija sola en una habitación, comenzando por la básica razón de que podría hacerse daño. Hizo varias rabietas en dos semanas, y la última fue monumental, tan grande que yo terminé sentada en una silla llorando, eso fue todo. Ella me miró con tristeza, se calmó y se acercó a consolarme, lloramos juntas y le pedí que por favor no se pusiera así de nuevo y hasta ahora no ha vuelto a pasar ¿coincidencia? no lo sé, pero yo creo que cuando tus hijos reciben amor infinito y confían en ti, no quieren verte mal. 

Justo ayer, luego de cerrar el libro de esta señora, recordé uno que leí antes de quedar embarazada y que tenía un consejo  muy valioso para hacer en casa cuando los padres o los hijos perdíamos la armonía, esta es la otra cara, muy valiosa si queremos que la tolerancia y la paz forme parte de nuestra familia, y de la vida de el futuro adulto que estamos criando: 

"Amar significa estar realmente presente" esto es lo que dice Thích Nhất Hạnh, que para quienes no lo conocen, es un monje budista vietnamita famoso por la práctica de la respiración consciente. Uno de los consejos en su libro "Crear la verdadera paz" es el de hacer en nuestra casa una Sala de respiración.


La Sala de respiración:

"Todas las familias deberían tener una sala o espacio tranquilo donde cada miembro se puede refugiar, puede ser una pequeña habitación, un rincón de una sala o incluso un trastero vacío.  

Es importante tener un espacio para recuperarse, para restaurar la paz y la estabilidad. La sala de respiración deberá ser un espacio donde todos tengan inmunidad, donde cualquier pueda estar tranquilo y protegido. Pueden instalarla de acuerdo a sus necesidades, no necesita ser budista, ni cristiana o judía. En esta sala pueden tener flores, almohadas y una pequeña campana. 

Invite a sus hijos y muéstreles cómo usarla, cuando usted o su pareja estén molestos o inestables, la sala estará allí para acogerles. 

Cuando alguien se refugia en esta sala, todos deben apagar el televisor y respetar las necesidades de paz y sosiego.

En la sala, practique la respiración consciente, toque la campana y sonría.

Esta es la cosa más hermosa que puede pasar en una familia, el cultivo de la paz, de la no-violencia y del amor." 

Hasta aquí lo dejo, pero me encantaría que este libro estuviera en manos de muchas más personas. En Youtube hay muchos videos de Thích Nhất Hạnh subtitulados. Es como un bálsamo escucharlo, y como madre, cuando siento que tengo la "batería baja" este tipo de consejos me devuelven la fuerza. 

Hace tiempo leí en algunos blogs de mamis, que tenían una caja con cosas que calman a sus pequeños, con libros, peluches y otras cosas para ayudarles en los momentos de las rabietas. Me pareció una idea genial y ahora que llegamos a esta etapa haremos una en casa, la colocaremos en nuestro "Rincón de respiración" que nuestra casa es pequeña y no podemos tener una sala entera. 

Aquí les dejo estas dos opciones, es evidente que la primera no va con el espíritu de nuestra familia, ya ustedes podrán decidir cuál prefieren. 


Nota: Lectura recomendada respecto al tema Tackling Distress Tantrums with Brain Research





13 comentarios:

  1. Excelente post, Vero, uno de los mejores que has escrito nunca (¡y eso es decir mucho!). Además de que has expresado a la perfección el horror que inspira la """"pedagogía"""" (lo pongo entre mil comillas) de esa señora, das una solución alternativa, sin quedarte solo en la crítica. Te aplaudo y lo comparto.

    Miranda tiene tanta suerte de ser tu hija como tú de ser su madre.

    Besos.

    Tuli

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias :)

      Esta señora en su libro pareciera que se contradice, cuando predica amor incondicional y a la vez ignorarles..

      Besos y gracias de nuevo

      Eliminar
  2. No me extraña que te hayas enfadado con el libro, lo triste es que mucha gente piensa así y educa así, yo no digo que sea fácil la forma que propone jové, porque no, porque yo también veo complejo no perder los nervios jamás pero esto ya de entrada no me gusta... Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que si a unos padres primerizos que no han leído otras cosas, les cae esto en las manos, pensarán que es la santa solución a todos sus problemas, porque además la autora es como el lobo vestido de abuelita, dice cosas lógicas y positivas y a seguir propone dejarles llorar o no tomarlos en brazo si es porque el niño simplemente no quiere caminar, puedes creer?

      Eliminar
  3. Los niños son buenos por naturaleza, también egoístas. Enseñar lo que nos hace felices, enseñar a respetar, y enseñarles que no son el centro del mundo, porque no lo son, no les traumatiza, les hace personas. Me niego a que mi hijo me pegue, por muy molesto que esté, me niego a que esparza la ropa que acabo de ordenar por el suelo, potenciaré su autocontrol, y usaré pegatinas o cualquier cosa que le motive. Yo ignoro, también amo con locura, y a veces también pierdo los nervios, qué le vamos a hacer soy humana, y no soy la esclava de nadie, ni siquiera de mi hijo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco lo permito, y yo soy poco paciente, me molesto por muchas cosas que son tontería, jamás permito que mi hija me pegue, pero la cuestión está en que mi hija no me pega, en que un día lo hizo y vio que me dolía y no volvió a hacerlo. Yo también pierdo los nervios, pero poco a poco voy buscando maneras de canalizar esa energía. También grito y pataleo, pero procuro hacer lo que me gustaría que hicieran conmigo.
      No es fácil, educar no es un camino color de rosa, y menos hoy en día, con el ritmo de vida normal que lleva cada familia, los momentos en los que estamos cansados son los peores. Tal vez por eso en casa nos cuesta menos ser como somos, porque llevamos un ritmo de vida diferente, pero sé que lamentablemente no todos pueden.
      Cada familia hace lo que mejor se adapte a ellos, eso sin duda, pero lo que no se nos debe olvidar nunca es que los niños son niños, y que muchas veces las cosas que hacen tienen un significado diferente para ellos, y que no hacen las cosas solo por molestar. Si es así, entonces hay algo que estamos haciendo que está mal.
      Es mi opinión.

      Eliminar
    2. Anónima, caes en el error de creer que educar con respeto y sin conductismos (pegatinas, ignorar... en fin, la supernanny) es criar unos hijos egoístas que pegan y esparcen ropa por el suelo. No es así en absoluto. Mi hija no pega: si alguna vez en un enfado ha intentado dar un manotazo (rarísimas veces), le hemos explicado que a las personas no les gusta que les peguen y que en nuestra casa nadie pega a nadie. (Lógicamente obramos en consecuencia y no damos cachetes ni similares.) Y si un día esparce la ropa recién doblada, le explico por qué no se hace (es posible que no lo sepa) y hago que la recoja (con mi ayuda, es muy pequeña) para que aprenda que sus actos tienen consecuencias y que tras obrar mal hay que esforzarse para arreglar el desaguisado. Ignorarla o ponerle pegatinas (???) serviría en el mejor de los casos para que no lo repita, pero ¿entendería por qué? ¿Habrá aprendido algo? ¿Es eso educar?

      Además, ignorar para extinguir una conducta es algo que no quiero enseñar a mi hija. Si haces lo que yo quiero, te atiendo, te hablo, te abrazo. Si no haces lo que yo quiero, desapareces para mí, no te atiendo, no te hablo, no existes. ¿Queremos inculcar a nuestros hijos este valor? ¿Queremos que de adolescentes hagan cualquier barbaridad que le propongan sus amigos porque de otro modo les harán el vacío? ¿Queremos que de adultos dejen de hablar a su pareja o a su compañero de trabajo si no cumple sus deseos, en vez de intentar dialogar y resolverlo? Rotundamente no.

      Por último, yo tampoco quiero ser esclava de nadie, pero ni mucho menos quiero que mi hija sea esclava mía.

      Eliminar
    3. Vosotras dais por hecho que por usar el conductismo se deja de lado lo cognitivo o lo emocional. Yo también explico las cosas a mi hijo, por supuesto, pero a veces eso no es suficiente, le digo que si me pega me duele y me pongo triste, pero no me pongo a gritarle, prefiero ignorarle después de decírselo, si insiste. El ignorar se utiliza en lugar de gritar o reñir, los abrazos por supuesto, se dan en otros momentos, y cuando se llora porque te duele te consuelo, y cuando lloras por costumbre, en lugar de enfadarme con él le dejo que se le pase. Ni soy un robot, ni un monstruo. Vosotras también dais por hecho que los niños no hacen todo eso por malicia, mi hijo tiene 3 años y un carácter especial, y sí hace esas cosas para que reacciones, para molestarte, simplemente porque no le das lo que pide en el segundo en el que lo pide. En casa no somos así, ni nos exigimos ni tiramos cosas, por si dudáis de si nos imita. Cada cual hace lo que sabe y lo que puede, yo dedico todo lo que soy y todo mi tiempo a la educación de mi hijo. El conductismo no es malo si se tienen en cuenta las otras facetas de la persona.

      Eliminar
    4. No dudo que haya amor, besos y abrazos en tu casa, al final eso es lo natural, y si estás aquí, si lees blogs sobre crianza, si sabes lo que es el conductismo o la crianza con apego es porque te importa, porque estás preocupada por educar a tu hijo no? de eso estoy segura.

      Lo que yo básicamente pienso, es que me gustaría ayudar a mi hija para que vea las cosas con criterio, para que esté motivada a hacer las cosas bien porque es lo mejor para ella, no porque le voy a premiar.

      Yo también pienso como Tulipanes, este tipo de tratamiento me parece que puede traer consecuencias negativas en su vida de adulto.

      La autora del libro, en este coloquio con Carlos González http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/paratodosla2-deb-crianzaconapego-20130411-1145/1759443/ dice que ella está segura de que con este método "los niños no se traumatizan" igual que dice Estivill respecto a dejar llorar a un bebé hasta que se duerme solo, yo no quiero ni tener nada que ver con algo que se relacione con esa palabra.

      Ese coloquio está muy interesante por cierto, a pesar de que es bastante corto.

      Yo no estoy encima de mi hija todo el tiempo diciéndole lo que está bien o lo que está mal, sería una lata para ambas, hay cosas que dejo pasar, pero si se hace pis en el suelo, no voy a ignorarlo, le voy a pedir que me ayude a limpiarlo y que no se preocupe que ya lo hará donde debe.

      Pero bueno, mamá, como dije arriba, cada quien decide cómo se hacen las cosas en casa, y cada niño es único. Mi intención es compartir mi opinión sobre el libro y mi alternativa, no atacar a nadie ni a sus decisiones.

      Saludos

      Eliminar
  4. Yo siempre he dicho que esos que escriben libros seguro tienen un caos en su casa porque basta leer la contraportada para descubrir que no tienen idea.

    Yo con el único libro que hasta ahora me quedo es "101 preguntas sobre el cuidado de tu bebé" de Alina Amozurrutia. Claro que aprenderán solos a ir al baño y a dormir en su habitación, cuando ellos estén listos al vernos como ejemplo coherente a nosotros, pero ¿Por qué el apuro? a disfrutar cada pasito del camino.

    Te empecé a leer apenas, llegué aquí por el blog de Piruli. Saludos desde México.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi también me da curiosidad eso siempre :) hasta me pregunto si tendrán hijos y si de verdad aplican esos métodos con ellos.

      Ese que dices no lo conozco, pero estoy totalmente de acuerdo con que aprenderán todas esas cosas solos, incluso algunas no se "aprenden" simplemente llegan a ese punto de madurez cerebral.

      Bienvenida a mi blog : )

      Saludos

      Eliminar
  5. Me da mucha pena leer esas cosas. Es horrible.
    Supongo que habrá momentos en los que no sepas qué hacer pero castigar al niño de esa manera, no señores, lo que menos necesitan es el castigo. Si tienen tanta rabieta es por algo, porque es cuando más necesitan cariño, no encerrarlos. Y eso de 7 minutos? Mira que yo no tengo hijos pero lo veo con primos o demás niños y creo que lo que se propone en ese libro no es bueno para ninguna parte. Claro que es muy fácil que yo opine...
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aquí otra de las ironías de la señora: Dice que no cree en el castigo...

      Eliminar

Gracias por comentar y por la buena compañía ^_^

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...