lunes, 5 de diciembre de 2011

Mi Parto a las 25 semanas (Tercera y última parte)

Nuestra "boxeadora" a pocas horas de nacer, tomando sol en pleno invierno..


Me desperté después de dormir por minutos interrumpidos por mis ganas de orinar o por el ruido de las enfermeras cuidando a las demás pacientes. Me sacaron dos muestras de sangre y me dejaron en ayuno, no sabían si tenían que subirme a quirófano en cualquier momento. 

De repente entraron 4 doctoras a mi cubículo. Habló mi "Doctora favorita". Me dijo: "Verónica mañana tenemos que sacar a la niña". Yo comencé a llorar desconsolada, no me importó nada, no podía parar de llorar. Escuché entre mi llanto cuando la cirujana le dijó: ¿Llamamos apoyo de psiquiatría? Mi Dra le respondió que no. 

Me calmé un poco. Ella me dijo: ¿Pero qué esperabas? yo le respondí con toda mi inocencia y sinceridad que esperaba poder estar así de reposo por lo menos hasta la semana 27. Ella muy dulce me dijo que no. Que era un riesgo para ambas seguir esperando, la niña podía quedarse sin líquido y no darnos cuenta. Y que ella quería que fuese operada por los especialistas que estaban alrededor de mi cama en ese momento. 

La cirujana me levantó la bata y empezaron a analizar la manera en la que me abrirían. Me preguntaron si estaba consciente de que lo más probable era que perdiera el útero, les dije que sí. Luego me dijeron que tratarían de salvar a la niña, pero que estaba muy difícil, porque era muy frágil y la maniobra que tenían que hacer para sacarla de entre los miomas podía ser fatal. Llorando les dije que no, que me cortaran toda si era necesario, pero que salvaran a mi hija. Mi Dra. me agarró la mano, me  secaba las lágrimas, me dijo mirando a la cirujana que harían todo lo posible.

Firmé un papel donde dejaba constancia de saber que podía perder el útero, morir desangrada, perder a mi bebé, morirme por infección, y varias cosas más que me hicieron reírme entre lágrimas. El médico joven que me pidió la firma me miraba incómodo. 

Llamé a mi marido, le di la noticia. En realidad solo le dije, "Amor, es ya" el pobre casi sale corriendo..

La chica de la cama de al lado, en reposo con mellizas, se me acercó para calmarme un poco, y para decirme que todo iba a estar bien.

Una hora después me bajaron para hacerme una ecografía. Calcularon que el feto pesaba 700 gramos. Tenía ya algunos movimientos respiratorios que emocionaron a mi Dra. ella le decía a la cirujana: ¡Viste! ya hasta puede respirar un poco..

Esa noche mi hermana y Fla trataron de calmarme. Ya no los vería hasta después de salir del quirófano. Veía la angustia en sus ojos. Yo estaba vuelta una bola de nervios, por mi niña, por mi vida. 

Dormí poco. Abrazada a mi barriga por última vez. Miranda debía sentir mis nervios porque finalmente la sentí moverse de nuevo. No paraba. Yo le hablé, le dije que lamentablemente tenía que nacer ya. Que la barriga de mamá se había dañado pero que estaban preparando una para que terminara de crecer calentita. Le expliqué cómo se respiraba. Le rogué que luchara. "Tu conmigo y yo contigo bebé".

El día 5 de enero del 2011, (Hoy hace exactamente 11 meses), en una mañana helada, a las 6am dos enfermeras me dieron un baño en la cama, me rasuraron y me desearon buena suerte.

A las 9am me subían a quirófano. Me recibió una anestesista alarmada porque aun no tenía mi historia clínica. Me hizo varias preguntas y mandó a callar a todos los más de 10 médicos que habían en el lugar. Les dijo que necesitaba concentrarse para ponerme una epidural, que se olvidaran de que me iba a colocar anestesia general desde el principio (ya el cirujano tenía el bisturí en la mano), porque afectaría a la pequeña. Yo le dije que si, que tenía razón y  firmé un papel que ella me acercó. 

A mi lado un enfermero que ya había conocido me decía que el recibiría a la niña. Lo vi encendiendo la lámpara calefactora de una incubadora de transporte enorme. En ese momento la realidad se hizo más evidente que nunca.. estaba teniendo a mi hija. Mi maternidad se encuentra comunicada por un túnel con el edificio del hospital de niños donde mi hija estuvo internada. Uno de los mejores de Europa en relación a atención a los prematuros.

Me sentaron para colocarme la epidural. Demasiado delgada y débil, sudaba y temblaba. Mientras tanto dos enfermeras me hacían vías nuevas en las manos, porque las antiguas en los brazos no estaban funcionando muy bien. Por mis nervios me pinchaban pero no encontraban las venas. Se disculpaban, me preguntaban si me dolía mucho, yo les respondía que en menos de 5 minutos me iban a abrir de lado a lado así que dos agujitas eran lo de menos.. 

Llegó mi Dra., entró a la sala y yo le sonreí. Ella me hizo un saludo a través del tapaboca bajando la cabeza. 

Otras doctoras que me habían atendido en las urgencias, a lo largo del embarazo, estaban también. La primera que me mandó a casa con " Incontinencia" fue una de las que participó directamente en la cesárea, los demás estaban como observadores. 

Con la epidural puesta  me acostaron en la camilla. Tenía el típico terror de que empezaran a abrirme sin haber hecho efecto la droga. La anestesista me calmó poniendo una gasa con agua fría en mi barriga para que viese que ya no sentía nada. Dio la orden de comenzar y se quedó a mi lado, sostenía mi cabeza y me narraba lo que iba sucediendo, otras enfermeras me agarraban cada una de las manos. Yo las apretaba con mucha fuerza, porque cuando comenzaron a buscar a la bebita dentro del útero, tenían que moverme bruscamente. 

Me pidieron que me relajara un poco, que estaba muy tensa. Yo veía el reflejo distorsionado de mi interior en la lámpara del quirófano, sentía como me cortaban por dentro sin que me doliera, sentía las manos buscando espacio para sacar a Miranda de ese desastre, y vi algo largo salir, como un cordón umbilical; comencé a recitar un mantra para calmarme cuando la angustia me llegó al máximo. En ese mismo momento la anestesista me dijo que iba a ponerme  un poco de oxígeno. Inspira. Out.

11:02, Miranda nació. Índice de Apgar muy pobre, la reanimaron, la intubaron y se la llevaron a los intensivos. Su padre casi se desmaya cuando la vio salir, diminuta, perdida en medio de una enorme incubadora. 

A las 13.30 abrí los ojos de nuevo. Una enfermera estaba a mi lado: ¿Y mi hija? fue lo primero que pregunté. Se  la llevaron a los servicios neonatales, no sé más nada, me contestó. Yo tenía una nueva transfusión de sangre y una de plasma conectada en las venas. 

Vino mi Dra. ¿Me quitaron el útero? Sí. Ok... tuve miedo de preguntar más.

Levanté la manta que me cubría. Vi mi barriga plana. Quería  saber si estaba produciendo leche, no sabía cómo funcionaba eso a las 25 semanas de gestación. Me apreté un pezón y salieron unas gotas. 

A las 3pm me sacaron de recuperación del quirófano. Encontré a mi Fla esperando por mi en la puerta. Me miró con tanto amor. Me mostró la primera imagen de nuestra hija. Una "boxeadora" rojita, llena de tubos por todas partes. Estaba viva. Ya éramos padres. No sabía qué iba a pasar. No quería pensar demasiado. Le pregunté ¿Por qué es tan negrita? el me sonrió y me dijo que era por la bilirrubina, pero que ya le habían puesto  una lámpara especial. Nos agarramos las manos con fuerza, nos miramos sin decir nada hasta que nos separaron para llevarme a otra sala.

Me llevaron a recuperación de partos. Estaba rodeada de mujeres que acababan de dar a luz. Ahora amamantaban a sus bebés y yo no quería ni mirar. Estaba monitorizada por varias máquinas y harta.

Escuchaba que en los pasillos hablaban de una bebé que tuvo que nacer a las 25 semanas porque la mamá tenía muchos miomas. Tenía terror de lo que podían decir.

Cuando salía de recuperación, una dra. que jamás volví a ver me dijo: " Tu hija está bien, es una luchadora" con una sonrisa en la cara que no se imaginan cómo me llegó al alma, la enfermera que me llevaba me dijo: ¿Ves? ¡alégrate! el corazón me latía a mil. 

No pude ver de nuevo a mi marido, no vi a mi hermana y menos a mi hija. Me subieron a mi cuarto casi a  medianoche. Las enfermeras de ginecología se alegraron mucho de verme de vuelta, pero no tanto como para complacerme con la pizza a domicilio que les pedí. 

Una enfermera se me acercó y me entregó un papel que guardo como un tesoro, era de mi querido Fla. Decía: "Amor, estuve con Miranda un ratote  largo, está bien y los dres dicen que todo va fino. Ahora voy a darle las buenas noches y me voy a casa. Te amo, fuiste una gran chica hoy".

"Estuve con Miranda un ratote largo". Eso sonaba a gloria para mi. "Los Dres. dicen que va todo fino". Mi corazón se llenó de tanta alegría que casi explota, el optimismo nunca se fue de mi lado desde entonces.  "Voy a darle las buenas noches"... mi vida soñada, mis dos amores. 

Ese fue el primer día de nuestras vidas juntos. 

No conocí a mi hija hasta el día siguiente. No la tuve en mis brazos hasta 18 días después.





30 comentarios:

  1. Qué ejercicio tan duro has hecho, corazón. Si yo he llorado por vosotros varias veces, no quiero ni pensar lo mal que lo han pasado tus seres queridos del otro lado del Atlántico al conocer todos esos detalles aterradores que no hacen sino confirmar que eres una persona excepcional.
    Te felicito sinceramente. Por salir victoriosa de tan dura experiencia y por ser capáz de contarlo. Pienso que a alguna mami le será útil y que también a tí te habrá sentado bien vaciarte de todo aquello.
    Muchos besos

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  2. Gracias mamisigloXXI, en verdad yo no siento que haya hecho nada extraordinario, más que ser paciente y mantenerme positiva, cuando estás en una situación como esta no tienes más que dos opciones, esa o colapsar..

    Tu también debes saber bastante de ello.

    Sí, se siente como una liberación finalmente compartirlo, y como dices, si sirve para ayudar a otros padres o familias que han pasado por algo parecido mejor que mejor!

    Gracias a ti por tus palabras y aliento en este duro año!!!

    Un abrazo

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  3. Maravillosa Mimi y maravillosa Mami... y bueno, no olvidemos al Papi que también aguantó sus nervios para darle fuerzas a sus mujercitas.
    Los quiero mucho, la verdad que son una familia de luchadores.

    Un abrazo muy fuerte y espero verlos el año que viene. Tengo muchas ganas de conocer a la protagonista de esta increíble historia ;)

    BESOS

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  4. Se me han saltado las lágrimas leyendo tu parto, debiste pasar mucho miedo y fuíste muy valiente... Me alegro mucho de que Mimí esté con vosotros y espero que os colme siempre de felicidad.

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  5. Barbara, sin ese papá maravilloso yo me hubiese enloquecido! Los queremos, el 2012 no puede pasar sin que nos veamos.

    Briseida, tu sabes lo duro que es! un abrazo y gracias :)

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  6. Descubro tu blog de casualidad... asi clickeando y clickeando es como uno llega a los mejores lugares...
    No puedo hablar, estoy tan conmovida, tan emocionada, cada linea de tu relato hacia que la piel se me erizara y los ojos se me nublaran... Cuanto dolor, cuanto amor, que valorable tu actitud positiva frente a tanta adversidad...
    Felicitaciones, sos un ejemplo de fortaleza, amor y lucha.

    Besos, Andrea

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  7. Mamá! gracias, que emoción este mensaje tan lindo, me llena de ganas de seguir escribiendo.

    Un gran abrazo y mis mejores deseos para tu familia!!! enseguida me voy a dar un paso por tu blog :)

    Besitos

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  8. Hola Vero, he visto tu comentario en mi blog y he pasado a conocerte. Vaya historia la vuestra! La verdad es que las lágrimas me han dejado sin palabras sólo puedo decirte que cómo no va a ser una luchadora con la madre que tiene!

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  9. Hola mamá de parrulin! mil gracias por pasarte y por tus líneas, ah y también por compartir las aventuras de parrulin, me roban siempre sonrisas de ternura y me hacen imaginar lo maravilloso que aun queda por vivir con esta guerrerita mía :)
    Un abrazo

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  10. Valla no veo bien el teclado por las lagrimas y ahora lo estoy mojando con mis dedos...que recuerdos que me trae todo esto. Solo puedo decir que Dios es grande y que no hay nada imposible. Estos bebitos prepaturos son unos campeones y creo que lo pasamos tan mal en esos dias de incubadora en ese parto tan horrible sin un bebe sobre tu pecho al final, con incertidumbre, sin ni siquiera verle los ojitos al nacer...todo eso nos hace quererles mas ahun si cabe.

    Por cierto uno de mis niños tiene un antojo de pizza enorme en el culete!!

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  11. Yo me pregunto si será que todos los padres viven los primeros años de sus hijos tan intensamente como los padres de prematuros.. yo todavía la sostengo en los brazos cuando duerme las dos siestas del día, y no me importa si me parto la espalda, la quiero tener cerca de mí, que sienta que puede descansar tranquila que no me voy a ir a ningún lado...

    Somos muy muy muy afortunadas, y bueno, tu eres el triple! :)

    Un abrazo fuerte

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  12. cualquier palabra se queda muy pequeñita para describir lo que se siente al leer este blog, no paro de llorar y llorar. ...LUCHADORES los 3! Hermosa vida les deseo, eternamente! Ojalá algún día tenga la dicha de conocerte a ti y a la bellísima Miranda. Feliz día del padre querido Flavio, LOTS OF LOVE::::: Flavia C.

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  13. No he leído toooodo el blog, pero me preguntaba si ustedes no han regresado al hospital donde nació para saludar a las enfermeras y/o Doctoras que les atendieron?? (curiosidad de lectora)

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  14. Flavia, regresamos casi todos los meses, para vacunas, consultas de control con varios especialistas, y para saludar a los "tíos" de la unidad. Les tenemos inmenso cariño, y a la Dra que cuidó a Miranda te podrás imaginar.. es un sentimiento único. Es la mujer que me ayudó a ser mamá; y ella se pone muy contenta cuando ve a Miranda y sus avances, cuidó de ella con mucho amor.

    :)

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  15. Vero, sois unas campeonas, me he emocionado muchisimo con tu cronica, es increible por lo que has pasado.

    sin duda os mereceis un grandisimo abrazo y aplauso infinito.

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  16. :) gracias.. fue una larga aventura no? ahora tengo una recompensa que me hace sentir la mujer más afortunada del mundo!

    Un abrazo

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  17. Acabo de llegar a tu blog y me encuentro con esta historia. Me alegra en el alma tu maternidad y que todo saliese bien a pesar de las numerosas dificultades.

    Te comprendo (pero lo mío no fue tan terrible, ni mucho menos) porque también se rompió mi bolsa, pero a las 30 semanas. Nos mantuvieron así 21 días hasta que nació. Entiendo tu miedo, aunque a tu lado me tengo que sentir afortunada.

    Millones de buenos deseos para ti y para tu niña.

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  18. :) mil gracias guapa, la verdad es que somos muy afortunadas!

    Me imagino lo lentos que se pasarían esos 21 días tuyos ingresada... qué bueno que pudiste esperar hasta la 34 y luego llevarte a tu pequeño a casa contigo (ya leí tu parto ), y que todo salió muy bien. AL final valió la pena!

    Lo mejor para ustedes también, y gracias de nuevo por la visita :)

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  19. wow! que increible relato!!! me hiciste llorar mucho! yo estoy embarazada de 15 semanas con miomas!!! se que no es el mismo caso pero no dejo de pensar si estoy preparada para tener tus agallas! la duda que tengo es si tus miomas estaban por dentro del utero, ya que yo tengo muchos pero por fuera y en teoria me dicen que no afecta el bebe, solo que me puede doler a mi, aunque aun no siento nada...

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  20. Anónima :)

    Yo tenía de los tres tipos, por fuera, dentro e intramurales. Creo que los que me dieron más dolor fueron los externos sí.. pero los que me preocupaban más eran los que estaban dentro del útero.

    Si hasta ahora no has tenido dolor o sangrado está muy bien, a mi a las 15 semanas ya me había dolido muchísimo y comenzaba a mejorar.

    Y créeme que si lo necesitaras: vas a tener todas las agallas o la garra necesaria :)

    Mucha suerte!

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  21. Vaya, no había leido la historia de tu parto, que dura y que "bonita". Menuda llorera me ha entrado!! Me alegro muchísimo de que puedas tener a tu hija a tu lado :_)

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    1. Todos los días me pregunto cómo sería mi vida sin ella..
      Gracias :)
      Un abrazo

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  22. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  23. Hola Jessika, gracias por escribirme. Te felicito por tu valentía, por buscar más información, por no dejarte, entiendo que no puedas imaginar la vida sin ella :)
    No va a ser fácil estar lejos de la familia, hoy aquí es día de las madres, estamos enfermos los tres, solos y yo triste, hay días mejores, hay días más duros, pero yo creo que es lo mejor que puedes hacer, por ti, y sobre todo por tu hija, hasta por tu madre, que va a respira más tranquila cuando su hija y su nieta estén más seguras. Sacrificas muchas cosas, pero también ganas otras, calidad de vida, la paz de poder llevar a tu hija al parque sin preocuparte de que los roben o les hagan daño. Ella se lo merece. Un abrazo y mucha buena energía, ya verás que todo sale bien, fuerza!

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  24. No había leído el relato de tu parto. He quedado... buuuuf! estoy llorando, un montón. Has sido una campeona. Pasasteis por momentos muy duros y demostrasteis ser fuertes y valientes. Muchos besos

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    1. :) Gracias. Fueron días muy duros. Con cada año que pasa, me parece más increíble, definitivamente cuando pasas por cosas como esas resistes más de lo que te imaginas. Besos

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  25. Tu hija es una guerrera porque lo aprendió de ti, de tu relato saco muchísimas cosas sobre todo esa terrible violencia ginecobstétrica que aun sombrea nuestros partos cuando deberían ser más humanizados y nobles; como a todas las que leemos tu historia me sacaste lágrimas, lágrimas de mamá y he ido a la cama donde duerme mi hija de 10 meses para darle un besote porque me desbordaba el amor de tenerla conmigo. Qué dicha que tengas a tu hija contigo, sin duda Miranda es como todas las hijas un ser de luz. Saludos desde Colombia.

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    1. Que bonito :) gracias. Yo también voy a la cama a besarla cuando pienso en lo que ha pasado, cuando recuerdo lo pequeña y frágil que era. Miranda es algo increíble que acepto como un regalo del universo, porque las probabilidades de que estuviera aquí eran casi ninguna. Un beso y bendiciones para ti y tu pequeña.

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  26. Puffffff, Veronica. No puedo parar de llorar.... que historia. Que hermoso poder saber que ahora tu hija está contigo, sana y feliz. Enhorabuena, guerreras!!!

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    1. Gracias :) la verdad es que ya han pasado tres años y aun nos ponemos muy emocionales cuando hablamos de todo lo que pasó. Hasta creo que más que antes... Lo maravilloso es que estamos juntos, cuando parecía tan difícil :)
      Un abrazo

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Gracias por comentar y por la buena compañía ^_^

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