Van pasando los días y como muchas de ustedes me han dicho, la casa se va sintiendo más nuestro hogar.
Finalmente ya quedan muy pocas cajas que ordenar, solo las de los libros de "los grandes" y los poquísimos adornos que tenemos, ya no hay prisa. Hasta ahora había pasado los días limpiando y ordenando hasta que se ocultaba el sol, momento en el que dejaba de sentir los dedos por el frío y me encerraba en la sala con Mími a buscar la manera de estar más calentitas.
No sé si me he acostumbrado o qué, pero mi marido sigue congelándose y ya yo estoy mejor. Lo más probable es que me estoy vistiendo con piezas más adecuadas o que el frío efectivamente ha dado tregua.
Mími nunca tiene frío, solo cuando le quiero cambiar la ropa, se arman unas batallas por toda la casa que a veces terminan haciéndome rendir y se queda con la misma ropa varios días. Aun no tenemos agua caliente (se han llevado el calentador dos veces a adaptar ya, le está costando) así que tenemos que bañarle en casa del abuelo y no la bañamos todos los días.

Mími solo ha ido al mercado dos veces, y ya sabe dónde viven las vacas, las ovejas y los perros por el camino.
Ya confirmé que me traen hasta aquí la compra del súper que usaba cuando Mími estaba muy pequeña y no quería salir de casa, el domingo llegaron muchos litros de zumo de manzana, que es lo que ella bebe. Y esas cosas como burritos o yogures biológicos que aquí son muy exóticas. Poco a poco me voy organizando para no dejar de tener las comodidades que me gustan.
Por cierto que ahora tenemos tv por cable, yo no tenía desde que estaba en la escuela, y ahora cuando Mími se duerme me quedo haciendo zapping un rato. Ella está encantada con los 5 canales de dibujos, pero no ve tanta tele como en Lisboa.
El fin de semana me llené de valor y saqué el árbol de navidad (me siguen pareciendo lo más cutre del mundo) y luego de dejarlo fuera toda la noche con un baño de agua con vinagre y viento para que soltara el polvo, lo puse en su lugar y lo decoré con Mími y su tía Nana.
El padre, recogió junto a Mími del campo, todos los higos que no llegaron a madurarse en el verano de la higuera del patio, y preparó un dulce delicioso. También junto al abuelo recogieron kiwis, granadas y caquis. Mími encantada.

Ah, y esto me recuerda lo que nos pasó la semana pasada.... mientras cenábamos escuché ruidos afuera, me asomé por la ventana y ¿a que no adivinan qué era?... un zorro, bueno era un fox, que no me acordaba del nombre en castellano y me dio un ataque gritando en la ventana: ¡un fox! ¡un fox!... el pobre salió despavorido por mis gritos, y espero que no vuelva más. Yo quedé en shock hasta que mi suegro nos dijo que a veces se llevan alguna gallina pero que no hacen daño a las personas. Yo por las dudas no dejo las puertas abiertas luego del atardecer.
Así van nuestras aventuras. Estoy satisfecha y me emociona mucho pensar en la primavera y el verano cuando nos visiten la familia y los amigos (espero eh) y aprovechemos todos los espacios llenos de naturaleza juntos.
jejejeje que divertido tus visitas "campestres" jejeje yo sería feliz de ver tantos animalitos libres y no tener que llevar a mi Gabriel a verlos a un zoologico atrapados por mas cuidados que esten :(.
ResponderEliminarA cuidarse del frío!!
Saludos
Es lindo, aunque aquí los veo más como chuletas con patas que nunca ;P
EliminarQue lindo Vero! Disfuta mucho, no sabes la suerte que tenes de poder irte a vivir al campo!
ResponderEliminarUn beso grande para las dos :)
Sí, es verdad, siento que es una oportunidad única que hemos creado, y la estamos disfrutando mucho :)
Eliminarbesos Vero
Que bonita toda la entrada, parece un sitio lleno de paz, tranquilidad, cerca de la familia, Mimi va a crecer muy feliz rodeada de naturaleza. Y si consigues tener todas las ventajas de alimentación o comodidades que te gustaban de la ciudad ya ni te cuento lo perfecto que parece. Un beso y animo con el frio
ResponderEliminarEs muy muy tranquilo, aunque no está tan lejano de la "civilización" lo que lo hace más fantástico. Lo de la alimentación lo iré organizando, aun tengo una cajita con las cosas étnicas que compraba en Lisboa y espero reponer cada vez que vaya :)
EliminarTengo la boca desencajada de pura envidia. De verdad que me gusta tanto, tanto, tanto todo. Disfruten mucho. Es sin duda lo mejor para Mimí
ResponderEliminar:) Es otro mundo, con sus pro y sus contra como todo, pero lo disfrutaremos mucho mientras aquí estemos, y quién sabe, tal vez nos quedemos! Besitos
EliminarOh, me encanta! muero de envidia ahora mismo!
ResponderEliminarSi hoy en día, con internet y los servicios a domicilio, se puede vivir en el campo a todo lujo!
me encantan los zorros! y es cierto que no hacen nada!
Qué bonita experiencia para Mimi!
Un besote
Son preciosos los zorros sí! primera vez que veo uno en vivo, y qué manera! :)
EliminarEs una experiencia para todos, hasta para los vecinos jijiji
Besitos
El sol, la tierra, los sonidos, el cielo... qué diferente todo de la gran ciudad. Cuando llueve en el campo hay silencio, cuando llueve en la ciudad todo se hace más ruidoso. Esto marcha bien
ResponderEliminarmamisigloXXI
La vista, wow, y definitivamente el calor del sol en invierno, eso es lo que añoraba y eso es lo que estoy disfrutando más, sentirme en mi casa al mismo tiempo que estoy al aire libre, ya en la casa de Lisboa me sentía en una jaula..
EliminarBesitos )
Me alegro de que os hayáis adaptado bien y poco a poco sea ya un hogar.
ResponderEliminarDisfrútenlo!
Gracias Piruli :)
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