Tenía muchas cosas que hacer el día 24 antes de la cena de nochebuena, y aun no ponía un pie fuera de la cama cuando mi marido me anunció: no hay electricidad.
Afuera había una tormenta como nunca había visto en el pueblo. El viento me hacía temer que se estrellara una rama en cualquier momento contra las ventanas, entraba agua por los marcos de algunas y llovía fuerte.
Sin luz en casa, decidimos llamar un taxi e irnos al pueblo a resolver algunas cosas que faltaban, el trayecto que tuvimos que hacer a pie fue horrible. El paraguas no duró ni un minuto abierto, el viento lo destrozó. Corrí hasta la puerta del supermercado para que Mími, que iba protegida contra mi cuerpo, no se mojara.
De vuelta a casa, tuvimos que esperar 5 minutos dentro del taxi, la cantidad de agua que estaba cayendo hacía lucir la calle como un auténtico río. El agua del río que atraviesa en pueblo, subió tanto que se salió de su cauce y llegaba casi a la altura del puente.
Mími se comió el último chocolate de su calendario de adviento y se durmió para la siesta; yo aproveché para envolver sus regalos. Su padre más tarde tuvo que terminar de armar su trailer a la luz de las velas.
Llegó la noche y no la electricidad. Y yo en el sofá desanimada y sin ganas de hacer nada. Afortunadamente
la cena no dependía de mi. Me bañé y me vestí a la luz de las velas, y por romántico que suene, créanme que pasar toda la cena con la etiqueta del vestido aun colgando y no darte cuenta de que se te olvido quitarte las medias de andar por casa que llevabas encima de las de nylon, es mas bien para reírse a carcajadas.
Mími estaba un poco incómoda por la oscuridad y las caras poco conocidas, así que no se bajó de mis piernas en toda la cena. A las 10pm comenzó a bostezar y nos fuimos a casa. La dormí con muchos besos y luego me fui a preparar todo debajo del árbol.
Volvió la electricidad a medianoche, justo cuando en la iglesia del pueblo rezaban la primera oración del padre nuestro. Nosotros creemos que fue un complot del cura para ganar clientes.
Por la mañana siguiente, Mími estaba de buen humor, y eso que no se esperaba lo que venía. Cuando le anunciamos que finalmente Santa había venido, la sonrisa no le cabía en el rostro, y la prisa le hacía casi flotar en el suelo.
Cuando llegó a la puerta de la sala, se le iluminó la cara al ver los regalos y corrió a abrazar a su padre. Ese gesto me conmovió mucho. Revisó rápidamente los paquetes antes de abalanzarse a su "carro rojo", de la emoción no encontraba la puerta. Luego desde allí vio una de las cajas que mamá había envuelto "artesanalmente" y gritó: "eso é un leio" Yo no lo podía creer ¿cómo adivinó que dentro había una caja de legos?
Estaba feliz, encantada, no paró de jugar con sus cosas todo el día. Comimos un almuerzo enorme y delicioso, por primera vez tengo una comida de navidad tan venezolana desde que me fui del país: ensalada de gallina (cocinada por el papá en leña!) hallacas y pan de jamón.
Por la tarde solo quería quedarme en el sofá y ver películas, pero aun faltaba visitar familia y llevar los regalos. Volvimos a casa, comimos un poco de sobras del día y a la cama.
Me hubiese gustado que el día de navidad durara mucho más, casi no tuve tiempo de estar en el Skype con mi familia en Venezuela y faltó la parte en la que veíamos con Mími El Mago de Oz.
La verdad es que suena romántico lo de las velas, pero me imagino que para un rato y cuando no es obligación...Me alegro de que te gustara el día de navidad. Un beso
ResponderEliminarUfff ya lo recuerdo y me canso jajaja que complicado 0_0
EliminarUffff Verónica es que el temporal que hemos tenido estos días en la península ha sido muy fuerte. De todas formas ha sido una nochebuena diferente y eso de estar a la luz de las velas no deja de ser romántico, aunque poco práctico. Me encanta como describes las situaciones. Besos. Inma
ResponderEliminarMucha suerte habíamos tenido con tantos días soleados no? aquí hoy hubo sol, pero mañana vuelve la lluvia hasta no sé cuándo.. Gracias Inma :) Un abrazo
EliminarFELIZ NAVIDAD!!
ResponderEliminarEl temporal estuvo muy feo pero por acá no afectó tanto tanto como cuentas tú. Una navidad diferentes que podrás recordar. Como también recordarás la cara de Mimi.
Besos
Uuf Piruli aquí parecía una peli de Tim Burtom jajaja. Pero sí, la cara de Mími el día 25 suaviza cualquier tormenta :)
EliminarMe alegro de que tuvieras una feliz navidad... aunque el momento "etiqueta de la ropa" ha sido total jejeje.
ResponderEliminarBesotes.
Jajajaja el de la etiqueta fue gracioso, pero por lo menos ya estaba en casa, el de los calcetines todos flojos sobre las medias de nylon en medio de la fiesta fue lo más gracioso jajajaja ;) Beso
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