Dos en una

Es asombroso pensar en todo lo que mi cuerpo está haciendo en este momento.

Una de las cosas que más me impresionan son mis venas. Están enormes y marcadas por todo el cuerpo, gracias también a lo delgada que estoy hace que se vean más. Hay mucha más sangre de la que jamás hubo corriendo por mi cuerpo. Y ahora siempre tengo las mejillas rosaditas, como Heidi de los alpes.

Mi cabello está totalmente fuera de control, siempre estoy con un peinado estilo 80s porque está creciendo como le da la gana, nunca me peino y además paso el día con la cabeza en la almohada. Hasta estoy pensando ya en dejarme los dreads, se vería más ordenado.

Las uñas de mis pies crecen hermosas, solo uso zapatos por un par de horas cada tres semanas que me toca ir al hospital, de resto están  mis pies libres y descalzos por toda la casa. La piel está suave y rosadita.

Mis pechos. Lo único que puedo decir al respecto es que ojalá se quedaran así por siempre.

La única cosa que ha estado muy mal desde el inicio son mis labios, se resecan y se pelan totalmente todos los días. Ahora ya están mejor, y Fla me ha traído una crema de cacao súper especial que me está ayudando. También mis encías, que sangran cada vez que me cepillo los dientes.

Pero lo más maravilloso de todo es que tengo dos corazones latiendo dentro de mi. No uno, dos!!!