El papá de Mími

Miranda y yo somos muy afortunadas. Tenemos en casa a un hombre de verdad , uno que ha estado a nuestro lado siempre que lo necesitamos, que cambia pañales y da biberones todos los días, que hace el café para despertar a mamá por la mañana y que baña a la chiqui por la noche. 

El corazón me salta de alegría y ternura cuando los veo concentrados jugando juntos, cuando lo escucho contándole historias mientas le baña o le viste, o cuando veo lo segura y confiada que se ve la chiqui cuando está con su padre.

Ni un solo día dejó de estar con ella en el hospital, desde el primer instante fue el quien estuvo a su lado, hablándole, dándole fuerzas cuando a mamá no le salían las palabras. Cuidándola , desde el momento que supo que estaba en mi vientre. 

Ahora lo da todo cada día, para que podamos estar juntas en casa, porque sabe lo valioso que es,  entiende  cosas que hasta para muchas mujeres no son visibles, entiende la nobleza y sensibilidad de un niño, la importancia del amor. 

Gracias amor, gracias papá, lo que más quiero en el mundo son muchos años y salud para los tres, para que sigamos disfrutando de esta vida tan hermosa que tenemos. 

Y aquí nuestro pequeño regalo =)